Nuco no es un perro cualquiera. Tampoco Elena, Olivier, Ainhoa, Elena, Rodrigo y Alejandra son unos dueños al uso. Nuco es en realidad un futuro perro guía y Elena, Olivier, Ainhoa, Elena, Rodrigo y Alejandra son lo que podríamos llamar unos padres temporales.
Los seis miembros de esta familia madrileña decidieron hace alrededor de un año acoger en su casa a este labrador y ayudar en su proceso de socialización sin recibir nada a cambio. Su única recompensa era saber que iban a ayudar a alguien. Porque Nuco es uno de los canes de la escuela de perros guía de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE): ahora está inmerso en un proceso de aprendizaje pero dentro de solo unos meses pasará a cuidar a un invidente de la organización residente en cualquier punto de España.
"Si nos decidimos a acogerlo fue porque los niños — que tienen entre 13 y 7 años— se diesen cuenta de lo importante que es ayudar", explica Elena por teléfono a El Huffington Post. Tanto ella como su marido Olivier sabían que no les iba a resultar fácil. Se encariñarían con el perro, como así ocurrió, y después les costaría mucho dejarlo marchar. "Fue bastante duro, pero saber que ese perro iba a cumplir una función como futuro perro guía ayuda bastante", señala Elena, para la que es reconfortante saber que estás ayudando a ayudar.
![nuco y los niños]()
Nuco dejó la casa a principios de verano y ahora está inmerso en el proceso de educación en la academia que la ONCE tiene en Boadilla del Monte, la única de toda España. "Se marchó hace unos meses y fue muy duro. Todavía lo echamos de menos, el perro se había convertido en uno más de la familia. Iba con nosotros a comer fuera, lo llevábamos de vacaciones...", continúa Elena, quien a pesar de haberlo pasado tan mal está dispuesta a repetir la experiencia. "Aún no lo hemos solicitado porque Nuco no tiene un ciego asignado y en caso de que no sirviese como perro guía podrían ofrecernos que nos quedemos con él. No lo dudaríamos. Además, le recomiendo la experiencia a todo el mundo".
CUIDAR A UN FUTURO CUIDADOR
Los perros de la Fundación ONCE del Perro Guía (FPGO) no son simples mascotas. Los más de un centenar de canes que cada año se preparan en la academia, como el caso de Nuco, se convertirán a su marcha en los ojos de una persona ciega y su mejor instrumento de movilidad. Por eso no se puede educar como un perro al uso.
Lo primero que se pide a sus padres temporales es que al menos uno no esté trabajando para que pueda dedicar su tiempo a la socialización del perro. En el momento en que llegó Nuco a casa, Elena estaba en el paro y ella se encargó de que no pasase más de dos horas solo, uno de los principales requisitos que exige la ONCE a sus familias cuidadoras.
A partir de ahí lo que tienen que hacer es ayudarles a la socialización, el Cuadernillo de instrucciones para cuidadores de futuros perros guía recoge todas las instrucciones a seguir. Aquí se marca dónde debe dormir el perro (no puede ser en la cama de los dueños), cuántas veces puede comer al día (sólo dos al día) y a qué sitios deben llevarlo. Estos son: centros comerciales, tiendas, restaurantes, medios de transporte público... siempre sin permitirles que jueguen con otros perros o salgan corriendo detrás de otro.
DESDE 1990
Actualmente existen en España alrededor de 1000 familias con ceguera o grave discapacidad visual utilizando perro-guía como auxiliar de movilidad. La mayoría de estos perros pasaron antes por la escuela madrileña de Boadilla del Monte y estuvieron un año en una familia de acogida como la de Elena y Olivier. El resto proceden de las escuelas norteamericanas Leader Dogs For The Blind de Rochester y Guiding Eyes for the Blind, de Nueva York.
Para decidirte a acoger a un perro guía de la ONCE, una experiencia que Elena recomendaría a todo el mundo a pesar de lo duro que puede resultar la despedida, es necesario que cumplir una serie de requisitos. El primero es no estar trabajando en ese momento, para no dejar al perro solo más de dos horas al día, y los siguientes serían vivir en la Comunidad Autónoma de Madrid y disponer de vehículo propio para poder llevar al cachorro a la escuela cuando sea requerido para ello, bien por temas veterinarios o educativos.
Todo empieza realizando una solicitud por correo electrónico a la que le suceden una entrevista telefónica, una visita al domicilio y por último una entrevista personal. Durante el año que dure la acogida la fundación ONCE proporciona a la familia la comida del perro, la atención veterinaria que precise, residencia para él cuando la precises y el apoyo técnico necesario para asegurar que tu colaboración sea realmente eficaz. Los perros pueden ser de tres razas: un labrador como Nuco, un Golden Retriever o un pastor alemán.
![nuco]()
Los seis miembros de esta familia madrileña decidieron hace alrededor de un año acoger en su casa a este labrador y ayudar en su proceso de socialización sin recibir nada a cambio. Su única recompensa era saber que iban a ayudar a alguien. Porque Nuco es uno de los canes de la escuela de perros guía de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE): ahora está inmerso en un proceso de aprendizaje pero dentro de solo unos meses pasará a cuidar a un invidente de la organización residente en cualquier punto de España.
"Si nos decidimos a acogerlo fue porque los niños — que tienen entre 13 y 7 años— se diesen cuenta de lo importante que es ayudar", explica Elena por teléfono a El Huffington Post. Tanto ella como su marido Olivier sabían que no les iba a resultar fácil. Se encariñarían con el perro, como así ocurrió, y después les costaría mucho dejarlo marchar. "Fue bastante duro, pero saber que ese perro iba a cumplir una función como futuro perro guía ayuda bastante", señala Elena, para la que es reconfortante saber que estás ayudando a ayudar.

Nuco dejó la casa a principios de verano y ahora está inmerso en el proceso de educación en la academia que la ONCE tiene en Boadilla del Monte, la única de toda España. "Se marchó hace unos meses y fue muy duro. Todavía lo echamos de menos, el perro se había convertido en uno más de la familia. Iba con nosotros a comer fuera, lo llevábamos de vacaciones...", continúa Elena, quien a pesar de haberlo pasado tan mal está dispuesta a repetir la experiencia. "Aún no lo hemos solicitado porque Nuco no tiene un ciego asignado y en caso de que no sirviese como perro guía podrían ofrecernos que nos quedemos con él. No lo dudaríamos. Además, le recomiendo la experiencia a todo el mundo".
CUIDAR A UN FUTURO CUIDADOR
Los perros de la Fundación ONCE del Perro Guía (FPGO) no son simples mascotas. Los más de un centenar de canes que cada año se preparan en la academia, como el caso de Nuco, se convertirán a su marcha en los ojos de una persona ciega y su mejor instrumento de movilidad. Por eso no se puede educar como un perro al uso.
Lo primero que se pide a sus padres temporales es que al menos uno no esté trabajando para que pueda dedicar su tiempo a la socialización del perro. En el momento en que llegó Nuco a casa, Elena estaba en el paro y ella se encargó de que no pasase más de dos horas solo, uno de los principales requisitos que exige la ONCE a sus familias cuidadoras.
A partir de ahí lo que tienen que hacer es ayudarles a la socialización, el Cuadernillo de instrucciones para cuidadores de futuros perros guía recoge todas las instrucciones a seguir. Aquí se marca dónde debe dormir el perro (no puede ser en la cama de los dueños), cuántas veces puede comer al día (sólo dos al día) y a qué sitios deben llevarlo. Estos son: centros comerciales, tiendas, restaurantes, medios de transporte público... siempre sin permitirles que jueguen con otros perros o salgan corriendo detrás de otro.
DESDE 1990
Actualmente existen en España alrededor de 1000 familias con ceguera o grave discapacidad visual utilizando perro-guía como auxiliar de movilidad. La mayoría de estos perros pasaron antes por la escuela madrileña de Boadilla del Monte y estuvieron un año en una familia de acogida como la de Elena y Olivier. El resto proceden de las escuelas norteamericanas Leader Dogs For The Blind de Rochester y Guiding Eyes for the Blind, de Nueva York.
Para decidirte a acoger a un perro guía de la ONCE, una experiencia que Elena recomendaría a todo el mundo a pesar de lo duro que puede resultar la despedida, es necesario que cumplir una serie de requisitos. El primero es no estar trabajando en ese momento, para no dejar al perro solo más de dos horas al día, y los siguientes serían vivir en la Comunidad Autónoma de Madrid y disponer de vehículo propio para poder llevar al cachorro a la escuela cuando sea requerido para ello, bien por temas veterinarios o educativos.
Todo empieza realizando una solicitud por correo electrónico a la que le suceden una entrevista telefónica, una visita al domicilio y por último una entrevista personal. Durante el año que dure la acogida la fundación ONCE proporciona a la familia la comida del perro, la atención veterinaria que precise, residencia para él cuando la precises y el apoyo técnico necesario para asegurar que tu colaboración sea realmente eficaz. Los perros pueden ser de tres razas: un labrador como Nuco, un Golden Retriever o un pastor alemán.

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