"Ya no son lo que eran" se oye cada vez más esta frase entre algunos veteranos de rebajas de Steam, cazadores de gangas avezados que han conseguido construir una librería digital tan grande que apenas tienen tiempo para probarlos todos. Hay mucho de verdad en esa frase, pero no por culpa exclusivamente de Valve -que quizás podría hacer más también para no acomodarse- sino por el mismo hecho de la suma de dos circunstancias: por un lado, con varias rebajas importantes a lo largo del año, es muy probable que cualquiera con unos años dentro del servicio ya tenga muchos de los juegos que se van rebajando, lo que le quita gracia al asunto; por otro lado, la competencia ha aumentado.
↧