A las siete de la tarde del pasado 16 de febrero, en medio de un temporal que, entre otras consecuencias, llenó de goteras el Hospital Meixoeiro de Vigo, Silvia Lago, de 96 años, ingresó en el centro con un problema respiratorio aparentemente leve, asegura su familia. Con casi 40 camas cerradas por las filtraciones de agua, muchas de ellas de la planta de Geriatría, su familia se encontró con Urgencias colapsado y repleto de pacientes. Fue el escenario donde Silvia encontró la muerte, después de pasar 20 horas entre boxes y pasillos. De madrugada, la paciente cayó de la camilla y ya no recobraría el sentido, aunque el Sergas asegura que el golpe que recibió en la cabeza no guarda relación con el fallecimiento.
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